Geografía
La ciudad de Jaén se localiza en las primeras estribaciones de las cordilleras Béticas, en el límite sur de La Campiña de Jaén y tiene más de 116.400 habitantes. Jaén es una ciudad acrópolis, ubicada en un cerro y coronada por el castillo de Santa Catalina. Este cerro, de mismo nombre que su castillo, y sus alturas colindantes forman parte del borde septentrional de las cordilleras Subbéticas. La ciudad desciende por el norte hacia la campiña, enfrentándose al NE con un cinturón infranqueable que es Sierra Mágina y mediando entre ambas el río Guadalbullón. Así, Jaén controla uno de los caminos transversales que dan acceso y salida a la zona de las cordilleras béticas y hacia Granada.
La ciudad ha sufrido un proceso continuo de asentamiento y aprovechamiento del territorio circundante. Así, a lo largo de 4.000 años de permanente ocupación, la elección del lugar de la aldea o ciudad ha dependido de condiciones históricas sobre la forma de control de la tierra, y sobre la estrategia adecuada para explotar el territorio. El asentamiento calcolítico de Marroquíes Bajos, al norte, sobre la vega del arroyo La Magdalena; El recinto ibérico sobre las terrazas altas de Santa Catalina cuyos pobladores se trasladaron a Puente Tablas; El recinto amurallado en la ladera de Santa Catalina de época romana republicana; El perímetro amurallado del Municipio Flavio Aurgitano. Estos cuatro espacios amurallados tuvieron mucha importancia en la estructura urbana de la posterior y actual ciudad. Así, mientras que el asentamiento Calcolítico de Marroquíes Bajos propició las condiciones para el poblamiento de época califal, constituyéndose allí una gran aldea con trazas urbanas, a 1 km. de Jaén, los otros tres recintos situados en la falda de este cerro dieron lugar a otras formas de ocupación urbana en época islámica.
Durante esta ocupación islámica se dota la ciudad de una red de alcantarillado, que se ha denominado raudal de la Magdalena, que tomó el manantial del mismo nombre como punto de arranque. Este alcantarillado decidirá el recorrido de las aguas subterráneas de Jaén hasta la actualidad. . En 1246 el rey Alhamar entrega la ciudad a Fernando III, convirtiéndose Jaén en un enclave estratégico que marcaba la frontera entre el reino cristiano y musulmán. Es en este momento cuando se amplía la ciudad fuera de las murallas, creándose arrabales como el de San Ildefonso. La ciudad inicia su auge durante los siglos XIII al XV, coincidiendo con el establecimiento del privado Enrique IV. Los Reyes Católicos consideraron a Jaén y su territorio como un lugar estratégico para la conquista de Granada. En 1492, con la expulsión de los musulmanes y el descubrimiento de América, Jaén se convirtió en una de las ciudades más ricas de España, lo que favorece el florecimiento del arte y comienza así en 1540 la construcción de nuestra catedral, de todos los conventos de la ciudad (Las Bernardas, Santa Teresa, Santa Úrsula, Santa Clara y el de Capuchinos) así como también se produce el desarrollo arquitectónico en Úbeda y Baeza.
Durante el siglo XVII Jaén es víctima de la crisis económica que la hace ser la provincia que más depresión demográfica sufrió en Andalucía. A comienzos del siglo XIX, la Guerra de la Independencia vuelve a activar el carácter estratégico de la provincia. Tras la división territorial se establece, en 1933, a Jaén como la capital de la provincia.
Monumentos y museos
Nuestra ciudad, cuenta con un rico patrimonio artístico: el Castillo de Santa Catalina, de origen islámico, reconstruido en el siglo XIII y dominador de la ciudad. Desde las faldas de su cerro bajan en cascada las serpenteantes calles del casco antiguo, que conservan monumentos de gran valor artístico como la Iglesia de la Magdalena, la Capilla de San Andrés, con su espléndida reja del siglo XVI, el monasterio de Santa Clara, con claustro del mismo siglo; el Palacio de Villardompardo, que alberga los Baños Árabes, el Museo de Artes y Costumbres Populares y el Museo de Arte Naïf; el Museo Provincial, con fachada plateresca que resulta ser una integración de la portada del antiguo pósito de Jaén y que también incluye otra portada en su patio que corresponde con la entrada principal de la ya desaparecida Iglesia de San Miguel. Este museo expone piezas de gran transcendencia histórica de la cultura ibérica, como el conjunto escultórico del Cerrillo Blanco de Porcuna, el del Pajarillo de Huelma o la Cámara Sepulcral de Toya, además diversas piezas de cerámica prehistórica, ibérica, griega, romana e islámica junto con otros tipos de piezas de soporte diferente como el metal o el hueso.
El casco antiguo tiene su centro físico en la Plaza de Santa María. En esta plaza podemos disfrutar de la imponente fachada de la Catedral de la Asunción flanqueada por dos esbeltas torres, obra de Andrés de Vandelvira, magnífica muestra del renacimiento andaluz. Este templo custodia también el Museo Catedralicio. En su interior se venera una reliquia del Santo Rostro y una custodia procesional de estilizada figura. Hay que destacar también que en sus inmediaciones se encuentran las antiguas tascas de Jaén, donde se puede degustar todo tipo de platos típicos de la ciudad en un ambiente bohemio y entrañable.
Apenas a doscientos metros descendiendo la pendiente desde la Catedral, llegamos al barrio de San Ildefonso, arrabal de la ciudad cristiana cuya Puerta del Ángel, contigua al convento de Las Bernardas, ha sido la única de la muralla que ha resistido en pie hasta nuestros días. Este barrio es típico por sus zonas de tapeo y por ser un punto de reunión muy presente en la vida cotidiana de los giennenses.
Un paisaje muy común para los habitantes de la provincia es el del mar de olivos que existe cuando se sale del casco urbano. Ésta es una imagen única de nuestra tierra, un elemento diferenciador del resto del mundo, la impronta de una cultura y de una historia que es nuestra seña de identidad. Esta explotación del olivar desde época ibérica nos ha hecho desarrollar una serie de infraestructuras al respecto de su producción que también son dignas de ser visitadas y conocidas visitando cualquier almazara y concertando alguna cata de aceites.
Por todas las anteriores razones, por toda su riqueza y su interés es un lugar diferente, descúbrelo; descubre sus gentes, su historia y su
naturaleza, sus tradiciones y su calidad, en resumen, descubre su paraiso y ten el placer de compartirlo.
A lo largo del año, la ciudad celebra una serie de actos festivos, en su mayor parte de gran tipismo, que presentan indudables valores folklórocs y etnológicos. Entre los distintos festejos destaca la Lumbre de San Antón, que tiene lugar el 16 de enero cuando se encienden grandes hogueras en las plazas de Jaén como ofrenda votiva al santo protector de los animales, San Antorio Abad. En torno a ellas se realizan bailes típicos y se consumen calabazas asadas. las típicas "rosetas" de maíz y otros productos de la tierra. En los meses de marzo o abril tiene lugar la Semana Santa donde salen a la calle una serie de procesiones organizadas por las 16 cofradías de penitencia que existen en la ciudad. La más antigua de ellas data de 1546. El 3 de mayo se celebra el Día de la Cruz, cuando se construyen cruces florales en patios y plazuelas y curiosas procesiones infantiles. El segundo domingo de mayo se celebra la Romería del "Crisro del Arroz" en el paraje de la Fuente de la Peña, a las afueras de la ciudad. Hay fiesta, romería y procesión en una ermita popular. En torno al 11 de junio se celebran la Feria y Fistas en honor a la Virgen de la Capilla, donde destacan la misa de Cabildos, la ofrenda floral y la procesión de la Patrona. Las fiestas continúan después del verano, y el primer domingo de septiembre, en el mismo barrio de San Ildefonso, se festeja el Día de la Divina Pastora, con celebración de una misa, "revoloteo de banderas" y por la tarde procesión organizada por la Hermandad de Pastores creada en el siglo XVI. El 18 de octubre tiene lugar la Feria de San Lucas, con corridas de toros, casetas típicas organizadas por peñas, hermandades, sociedades, actos culturales y deportivos. Es la principal feria de Jaén. El 25 de noviembre son muchos los jiennenses que se dan cita en el entorno del Castillo para acompañar a la imagen de Santa Catalina desde la ciudad hasta la ermita de la fortaleza, donde más tarde tiene lugar la celebración de la misa y posterior procesión.
Gastronomía y artesanía
La cocina de Jaén tiene numerosas peculiaridades, y aquellos que deseen conocer su gastronomía tienen un amplio campo para ello y no van a quedar defraudados. Para "picotear" existe un nutrido repertorio de las clásicas "tapas", en donde puede elegirse a placer: el popular bocado de pan, aceite y bacalao muy típico de las gentes aceituneras, los rabanillos, la masa de morcilla o de chorizao, las alcaparras y los alcaparrones, las múltiples variedades de aceitunas en aliño, los caracoles en caldo. Platos de más enjundia son una gran variedad de ensaladas, entre las que destaca la de pimientos asados. Muy renombrada es la típica "pipirrana" a la que hacen competencia el salpicón y el salmorejo. Y, cómo no, el gazpacho, que presenta diferentes y sabrosas variedades. También son famosas las "papas a lo pobre", las espinacas al estilo de Jaén, las collejas y las famosísimas habas y berenjenas y el "arroz de Jaén", son platos de uso popular que bien condimentados y aderezados, merecen todos los honores. Como el "encebollado" de tomate y bacalao, muy habitual en tiempos de cuaresma, las migas, propias de los días más fríos y las deliciosas albóndigas.La carne de choto (al ajillo o a cabezas asadas), el conejo, la perdiz y el lomo de cerdo en aliño, son platos que gozan de prestigio como, también el pescado en escabeche. De los postres, tiene fama el arroz con leche, las gachas, las manzanas del río de Jaén y los melones de Grañena.
En la ciudad de Jaén también comienza a resurgir la artesanía, como la cestería, los encajes, la encuadernación, los trabajos de mimbre y las miniaturas.
FUENTES:
Fotografía de reconstrucción de Marroquíes Bajos obtenida del díptico publicitario de le Exposicion Ciudad de la Justicia.
Serrano Peña, J.L., Barba Colmenero, V. Cano Carrillo, J. Alcalá Lirio, F.: La paleomorfología de Marroquíes Bajos. Primeras propuestas. 2002. Revista Arqueología y Territorio Medieval nº 9. Jaén
FUENTES:
Fotografía de reconstrucción de Marroquíes Bajos obtenida del díptico publicitario de le Exposicion Ciudad de la Justicia.
Serrano Peña, J.L., Barba Colmenero, V. Cano Carrillo, J. Alcalá Lirio, F.: La paleomorfología de Marroquíes Bajos. Primeras propuestas. 2002. Revista Arqueología y Territorio Medieval nº 9. Jaén
Que pasada de Blog!!
ResponderEliminarEstoy contigo Laura!! ya era hora de que alguien nos facilitará esta gran cantidad de información. Es algo imprescindible para que nuestra ciudad termine de despegar!!
ResponderEliminarhttp://destinoajaen.blogspot.com/search/label/la%20ciudad
ResponderEliminarEn el apartado de historia de la ciudad he echado en falta una simple mención al Reino de Jaén, mientras se hace alusión a una "provincia de Andalucía" en el el siglo XVII (recordemos que las provincias surgen dos siglos después, en 1833 y no 1933, cuando Jaén empezó a ser capital de provincia).
Es un ejemplo de manipulación histórica al uso para dar carta de naturaleza a "Andalucía", algo que hasta hace 30 años no ha sido nada social o institucionalmente y que es un invento político.
Aparte de esto, me parece una iniciativa interesante como todas las que descubran y "vendan" la ciudad de Jaén.
Se aceptan aportaciones Javier, te agradecemos la puntualización ya que a veces se pierde la noción de los límites históricos por la de los límites actuales y viceversa, tomaremos nota y esperamos que el resto del blog te haya gustado.
ResponderEliminarUna vez escuche que Jaén era un mar de olivos y vaya si lo es, es impresionante una imagen difícil de olvidar con esos 60 millones de olivos que decía la revista National Geographic (espero que no lo hayan contado uno a uno) y que aceite hay allí donde vayas
ResponderEliminarQuerido Javier Martinez he estado leyendo la entrada y por lo que yo he entendido no está mal, en primer lugar a mi sencillo comprender habla de Andalucía hasta la época andalusí, y partir de ahí hace referencia a la ciudad de Jaén y no a su provincia, límites geográficos o folklóricos, por lo tanto la omisión al reino de Jaén está entendida, si más ya sabemos que en 1833 el ministro de la Gobernación Javier de Burgos hizo la división administrativa de España, que más se parece a la actual. Sin más,yo creo también que cualquier cosa que sea revalorizar los recursos de Jaén y darles a conocer tanto a extraños como a conocidos (porque los mismos giennenses desconocen su patrimonio), tal vez eche de menos alguna referencia en inglés o cualquier otro idioma para dar un salto cualitativo porque cuantitativo ya estáis poniendo las primeras piedras
ResponderEliminarMe encanta. Creo que éste blog ofrece no sólo información de la ciudad, si no que ofrece datos que no encontraba en otras incursiones en la red, incluso con menciones o referencias a sus fuentes de información, aunque todo es mejorable. Al fin alguien, se ha dado cuenta de que detrás de cualquier rincón puede existir un tesoro turístico inexplotado. BUEN TRABAJO.
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