martes, 6 de julio de 2010

Leyenda del Lagarto de la Magdalena

En el barrio de la Magdalena se forja una de las leyendas más populares de Jaén, hablamos del lagarto de la Magdalena. Son varias las versiones que se cuentan por las inmediaciones de la ciudad, la más conocida por los jiennenes cuenta que en la cueva que conforma el venero que hay enfrente de la iglesia de la Magdalena había un lagarto muy grande que salía y se comía a todo el que iba por agua, e incluso merodeaba por las calles y huertas del barrio, buscando el alimento que podría proporcionarle algún animal o persona demasiado confiados.


Ya nadie salía de sus casas, y cuando no había más remedio, lo hacían con mucha precaución y siempre acompañados de alguien. Todos estaban asustados y sin poder trabajar, ni los rebaños beber, ni las bestias abrevar.

Había en la cárcel un preso condenado a muerte que, enterado de la situación, pidió audiencia al Alcalde de la prisión, al que le solicitó el perdón si lograba matar al lagarto.

Tal era la desesperación de los vecinos y del propio Consistorio, que se accedió a su solicitud. Entonces el preso pidió un caballo, un costal de panes calientes, una piel de cordero y un saco de pólvora.


Ya de noche, se puso frente a la cueva con el costal de panes recién horneados, y dejó uno al lado de la entrada. La bestia lo olió y salió para comérselo pero, cuando vio al preso, fue a él a quien embistió.

Entonces, éste montó en su caballo y salió corriendo, y en su huida iba echándole más y más panes, que el lagarto no dejaba de devorar. Así continuó hasta que llegó a las inmediaciones de San Ildefonso, donde le tiró el saco de pólvora con la mecha encendida envuelto en la piel, y el lagarto, creyendo que era realmente un cordero, se lo tragó y reventó.

De esta leyenda proviene el dicho "así revientes como el lagarto de la Magdalena", que utilizamos cuando nos ofuscamos con alguién.

Las otras versiones cuentan lo siguiente:

Un guerrero vestido con traje de espejos esperó al monstruo y, al salir éste, quedó deslumbrado por las reverberaciones de la luz sobre los cristales, recibiendo el golpe mortal en la espalda.

La tercera versión la protagoniza un ingenioso pastor, que tiende una trampa a la serpiente que se comía sus corderos: Le arrojó la piel de uno de ellos rellena de yesca encendida con la que, una vez ingerida, el monstruo se abrasó las entrañas y murió.

FUENTE:
Ráez Ruiz, M.D. Leyendas de Jaén y otras historias. 2007. CSI-CSIF . Jaén. p. 20- 26

2 comentarios:

  1. Las rutas de las Leyendas de Jaén, celebradas durante tres jornadas, nos ha mostrado ese mundo de fantasía, de miedo, de diversión que rodea a Jaén. Unas historias y una visita que pueden interesar a todos tanto a niños como mayores, ya que nadie se queda indeciso antes las leyendas.
    La visita guiada por la compañera más candil Leo, la planteó como un paseo por las distintas calles del casco antiguo de Jaén llevándonos a rincones algunos conocidos pero otros desconocidos que nos impregnaron del polvo mágico que desprendían las leyendas para alcanzar un clímax esotérico ( a veces cómico).
    La compi Leo ha hecho un gran trabajo teórico con la recopilación de información, la cual estamos esperando, y ha sabido transmitirnos ese mundo de fantasía que nos ha vuelto a llevar a nuestra infancia, si bien el desarrollo de la visita ha ido de menos a más, donde Leo el primer día no terminó de meterse en el papel, que tal vez a mi humilde opinión, tendría que haber hecho, le faltó creérselo para así poder transmitirlo con más fuerza ante sus oyentes y aquí es fundamental el tono de voz.
    En su defensa y referente a esto último debo decir que en el segundo y tercer día Leo cogió el toro por los cuernos y perdió esta timidez que el primer día la sentenció hasta realizar una magnífica rutas de las leyendas y esperando que Leo no necesite un empujoncito el primer día para futuras actuaciones porque puede realizar un gran trabajo.

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  2. Las rutas de las Leyendas de Jaén, celebradas durante tres jornadas, nos ha mostrado ese mundo de fantasía, de miedo, de diversión que rodea a Jaén. Unas historias y una visita que pueden interesar a todos tanto a niños como mayores, ya que nadie se queda indeciso antes las leyendas.
    La visita guiada por la compañera más candil Leo, la planteó como un paseo por las distintas calles del casco antiguo de Jaén llevándonos a rincones algunos conocidos pero otros desconocidos que nos impregnaron del polvo mágico que desprendían las leyendas para alcanzar un clímax esotérico ( a veces cómico).
    La compi Leo ha hecho un gran trabajo teórico con la recopilación de información, la cual estamos esperando, y ha sabido transmitirnos ese mundo de fantasía que nos ha vuelto a llevar a nuestra infancia, si bien el desarrollo de la visita ha ido de menos a más, donde Leo el primer día no terminó de meterse en el papel, que tal vez a mi humilde opinión, tendría que haber hecho, le faltó creérselo para así poder transmitirlo con más fuerza ante sus oyentes y aquí es fundamental el tono de voz.
    En su defensa y referente a esto último debo decir que en el segundo y tercer día Leo cogió el toro por los cuernos y perdió esta timidez que el primer día la sentenció hasta realizar una magnífica rutas de las leyendas y esperando que Leo no necesite un empujoncito el primer día para futuras actuaciones porque puede realizar un gran trabajo.

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