jueves, 8 de julio de 2010

EL CONVENTO DE SANTO DOMINGO, ACTUAL ARCHIVO HISTÓRICO PROVINCIAL

El Archivo Histórico Provincial es una institución cultural y administrativa abierta a la sociedad, como servicio público. Es una institución de  titularidad estatal y gestión autonómica. Forma parte tanto del Sistema de Archivos del Estado como del Sistema Andaluz de Archivos. Orgánicamente depende de la Consejería de Cultura, Dirección General de Instituciones del Patrimonio Histórico, y de su correspondiente Delegación Provincial
El Archivo recoge, conserva y pone a disposición de los ciudadanos los documentos producidos por la Administración pública en el ámbito de la provincia. Se puede encontrar la documentación histórica, así como la administrativa con más de diez o quince años de antigüedad, producida por los órganos delegados y periféricos de la Administración del Estado y de la Comunidad Autónoma. Igualmente, se conservan en el Archivo documentos emanados de otras instituciones públicas de la provincia -judiciales, notariales, educativas, sanitarias, etc.- y de aquellas privadas que por una causa u otra hayan llegado a depositarse en el mismo.
El acceso a la documentación es libre, aunque quedan excluidos de la consulta pública aquellos documentos que contengan datos cuyo acceso esté restringido por Ley. 
La consulta de los documentos es pública y gratuita, según los principios democráticos del derecho de acceso a la cultura y de la trasparencia administrativa, consagrados en la Constitución española.
 INSTALACIONES

Edificio
Fue fundado en 1382 sobre el antiguo palacio morisco del gobernador de la Cora de Yayyán que el rey Juan I cedió a los dominicos, que crearon el Colegio de Santo Domingo.
Una Bula del Papa Paulo III lo elevó a Estudio General del clero secular en la provincia de Andalucía, a raíz de la donación de cincuenta mil ducados que, mediante testamento, realizó, en 1503, el Ilustre Caballero Veinticuatro de Jaén, D. Juan Cerezo y su esposa Doña Francisca Peñalosa.
En 1629 adquiere el rango de Universidad de Seglares por Bula del Papa Urbano VIII, convietiendose en la Universidad de Santa Catalina Mártir.
En el siglo XIX, a raíz de la Desamortización pasa la propiedad a la Diputación Provincial, que lo destina a Hospicio de Hombres, para finalizar en la década de los sesenta de nuestro siglo como colegio dependiente de ese organismo provincial, hasta que por ruina es abandonado en 1975. 

Debido a los diferentes usos que ha tenido el edificio desde su construcción, la tipología original se encuentra muy modificada, por lo que se decidió dividir la edificación en dos zonas: por una parte la iglesia conventual, actualmente clausurada, y por otra parte, el monasterio propiamente dicho, ocupado actualmente en su mayoría por las dependencias del Archivo Histórico Provincial. 
 Las obras de rehabilitación de edificio comenzaron en 1985, si bien no se ocupó hasta 1989. El autor de proyecto y   director de las obras fue D. Luis Berges Roldán que lograba una superficie de 7.089,79 metros cuadrados, de los que 2.515 están destinados a depósitos, distribuidos en cinco plantas, lo que le da una capacidad de 12.900 m/l de estantería abierta. No superando ninguno los 200 metros cuadrados, están aislados del resto del edificio por puertas cortafuegos. La comunicación en vertical se realiza por medio de dos escaleras interiores y dos montacargas hidráulicos. El edifico cuenta con sistemas de seguridad antirrobo y contra incendios, así como climatización en la Sala de Investigadores y despachos, y aireación en depósitos.

 Archivo 
Desde 1990 el edificio es sede del Archivo Histórico Provincial, que inició su actividad en el curso 1953-54. Su primera localización fue en la calle Julio Ángel y después en la Casa de la Cultura (actual Biblioteca Pública), en la calle Santo Reino.
Desde su traslado a Santo Domingo, contaba con más de 15.000 legajos catalogados de temas históricos de la provincia. En 1994 se alcanzó los 34.700 legajos. Los archivos privados más antiguos que se conservan datan de 1401.

El Circuito Público gira en torno al patio, Sala de Consulta, de Exposiciones y Conferencias, en la planta baja, y despachos en la segunda.
Los depósitos se sitúan a lo largo de las calles Arquillos y Baja Sto. Domingo, quedando en la Plaza del mismo nombre el portón trasero, por donde se reciben los documentos, y es una sencilla portada de medio punto, en cuya clave figura el escudo de la Orden Dominicana.
La entrada se realiza por la calle Santo Domingo a través de la fachada principal de la iglesia, a fin de incorporar el Patio al conjunto del archivo.

Iglesia Conventual (en obras no se visita ahora):
Presenta una fachada renacentista en la calle de los Uribe.
La iglesia, del siglo XVI, es de una sola nave de planta rectangular con tres tramos, cubierta con bóvedas de media naranja sobre pechinas y bóveda de nervios antiguamente poseía unas bóvedas pintadas al fresco de notable valor artístico que han sido retiradas para mejorar su conservación.
La capilla de la cabecera es poligonal, cubierta con bóveda nervada de estilo gótico tardío, presenta, además del presbiterio, dos capillas laterales.
De especial interés eran las pinturas murales que decoraban la bóveda de su iglesia, las cuales han sido retiradas en distintas intervenciones y emplazadas en diversos lugares con mejores condiciones de conservación que las que presentaba el primitivo emplazamiento.
El Monasterio :
La Portada, de 1582, obra de Alonso Barba, aunque las imágenes que la decoran son época posterior, de un estilo singular manierismo, se compone de dos cuerpos.
 Inferior, dórico, con un par de pilastras de fuste rehundido sobre pedestal, enmarcando el arco de medio punto sobre el que corre el entablamento.
 Superior, corintio, en el que se disponen tres hornacinas con sendas imágenes de piedra en su interior. Las imágenes son de 1664: Santa Catalina de Alejandría, Santo Domingo de Guzmán y Sto. Tomás de Aquino. Se cierra este cuerpo con un frontón semicircular, en cuyo tímpano se abre un óculo. S e cierra con el escudo de la orden
 El conjunto lo corona un frontón triangular que abarca el ancho de la portada, enmarcando todo el segundo cuerpo un par de columnas, adosadas sobre pedestal, que descansan en la línea prolongada de la cornisa del entablamento.                         
El Patio, sin duda el mejor de Jaén, es de dimensiones cuadradas, porticado mediante galería de arcos de medio punto sostenidos por columnas pareadas excepto en la esquinas en que van tres sobre pedestales.
El orden es toscano, aunque los arcos se enriquecen con una gruesa moldura de bocel en el trasdós y triángulos de las enjutas, en cuyo interior resalta una talla en punta de diamante.
 El friso corre por encima de los arcos, cerrado por una sobresaliente cornisa que separa el cuerpo superior. En éste se abren ventanas y balcones alternativamente, coincidiendo con el eje vertical de los arcos, enmarcados por molduras de acodo –de tipo oreja y cruciforme, respectivamente- con carnosos vegetales en sus esquinas, cartelas con símbolos alegóricos en antepecho de sus ventanas, y placas vegetales en los balcones. Separan los vanos pilastras toscanas de fuste rehundido, jugando fuertemente el efectismo del claroscuro a que nos tiene acostumbrado Eufrasio López de Rojas.
Coincidiendo con el eje central de cada costado, se dispone un gran escudo reposando sobre la clave del arco y cortando la cornisa hasta alcanzar el balcón. Estos escudos son de los Austrias, Orden de Santo Domingo, Fray Francisco de Vitoria, obispo de Tucumán, que impulsó y consagró la iglesia, con la que linda el patio por su lado norte, 1578, y de D. Juan Cerezo.
Las galerías que rodean el patio se cubren con bóveda de medio cañón con lunetos, reforzada con fajones y bóveda de arista en los ángulos donde se cruzan dos galerías.

 La Puerta que actualmente comunica el claustro con la escalera de acceso a la planta de despachos, procedente de la sacristía de la iglesia, data del siglo XVII. Bella obra enmadera, decorada con cuarterones en los que tallan en relieve la efigie de Sto. Tomás, la de Sto. Domingo, imposición de la casulla a S.Ildefonso, San Alberto Magno, San Vicente Ferrer, San Pedro de Bolonia, San Juan Telmo y Santa Catalina de Siena, además de escudos dominicos y cabecitas de querubines.


Teléfono de contacto: 953313363


Fuentes:

1 comentario:

  1. La visita comienza en el claustro del convento de Santo Domingo, espacio recuperado y en el que se mantiene la esencia de lo que fue y que me sorprende por su gran tamaño. La visita la guía el director del centro, me pareció muy amable y preparado, nos dio a conocer aquellos lugares en los que no tiene acceso el público, y es precisamente en este punto dónde quiero destacar que la visita al archivo se centra para el común de los mortales, sólo en el claustro, no teniendo acceso a otras dependencias, es verdad que por el tipo de trabajo que allí se realiza no podría dejarse entrar sin ningún control, pero quizás haciendo visitas de pequeños grupos y con antelación, se podría dar a conocer este precioso lugar, que por otra parte es un gran desconocido para la mayoría de los visitantes e incluso habitantes de esta ciudad.
    Por su tamaño es el lugar adecuado para albergar la gran documentación que allí se guarda, habiendo cambiado de ubicación varias veces desde los años cincuenta en los que se crea.
    En la primera planta se pueden ver los volúmenes más antiguos como” El Fuero de Ifnatorraf” que es copia del original del siglo XIV, o algunos volúmenes de origen judicial del s. XVI. La visita me encantó, pero creo que debería de estar más promocionado, para que ocupe un verdadero lugar en lo que a visitas en Jaén se refiere.

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