En Jaén, un paseo cotidiano por sus calles puede convertirse en una gran experiencia. Calles por las que pasamos todos los días, callejones inexplorados, las casas y los edificios que nos rodean tienen mil historias escondidas, guardan un sinfín de misterios, anécdotas y las famosas leyendas que harán de tu paseo algo inolvidable.
¿Quién no ha odio alguna vez la leyenda del lagarto de la Magdalena? ¿O las historias que se forjan sobre la conquista de Jaén? Gracias al trabajo de M. Raez Ruiz, en su libro “Leyendas de Jaén y otras historias”, podemos disfrutar de estas “rutas de leyendas”, rutas que disfrutarán tanto niños, les encantarán, como los mayores, que disfrutarán como niños.
Sin duda, conocer estas leyendas son un fabuloso complemento a tu visita turística por la ciudad que no olvidarás.
Mis amigos me han comentado alguna como la padre canillas que panza de reir, pero me gustaría conocerme más como puedo conseguirlas
ResponderEliminarPoquito a poco iremos colgando más leyendas, por lo pronto puedes leer la del "Padre Canillas" en nuestro blog (aquí). Además nuestros amigos de Iuventa ponen a la disposición de tod@s varios artículos y publicaciones sobre este tema, que se pueden descargar desde su página web.
ResponderEliminarMuchas gracias por tus comentarios y que disfrutes de las "leyendillas".
Un saludo!
El recorrido por la zona más emblemática de la ciudad y el comentario de su correspondiente leyenda me ha parecido de lo más interesante, así como descubrir el gran número de ellas que existen cada una adecuada a un caso concreto pero, en el que el denominador más común es , el amor , la venganza y los casos sobrenaturales, por nombrar algunos.
ResponderEliminarEs admirable la documentación y presentación por parte de Leo, demostrando el trabajo recopilado y el tiempo invertido en prepararlo, pero creo que habría resultado más “misteriosa” de haberlo hecho por la noche.
Una vez más se demuestra, que esta ciudad nuestra no deja de sorprendernos ya sea por su patrimonio monumental o cultural.
Me ha encantado, le doy un “10”.