En los últimos años se ha recuperado una parte del patrimonio minero de Linares, poco a poco se convierte en un atractivo más de la ciudad. La iluminación de parte de estos restos mineros, es un gran recurso paisajístico y singular de Linares.
La riqueza mineral de los alrededores de Linares la ha convertido en un lugar de gran valor, cuya explotación se ha disputado distintas potencias mundiales a lo largo de la historia y ha sido objetivo de diferentes colonizaciones a lo largo del tiempo y recibido e incorporado a su población, emigrantes procedentes de lugares lejanos en todas las épocas históricas.
Hace 4000 años, en la Edad de Bronce, la cultura argánica colonizó de forma sistemática buena parte del distrito. La finalidad era exclusivamente de explotación minera y metalúrgica, para extraer cobre de los abundantes filones superficiales. Para ello, se establecieron poblados en una red que se extendía desde grandes centros, situados junto a Bailén y Linares , ascendiendo por los cauces de los ríos que fluyen desde Sierra Morena. Más tarde, los Iberos continuaron la explotación de las minas, pero también trabajaron los filones de plomo, pues ya tenían tecnología suficiente para hacer posible su obtención. Precisamente, la ciudad de Cástulo, junto a la actual Linares, era la capital de la Orentanía y de su importante distrito minero. La conocida riqueza en minerales metálicos hizo que tanto los Cartaginenses como los Romanos buscaran la asociación con el pueblo íbero para explotar las minas.
A partir de 1749, cuando la Corona española decide establecer la actividad minera en el Distrito de la Tecnología del vapor , desarrollada en la región de Cornwall, para extraer el mineral y mantener las minas secas, tuvo su momento inicial en 1849, cuando se instala en Pozo Ancho la primera máquina de vapor de bombeo “Cornish” . A partir de aquí comienza un enorme desarrollo de la minería, que llevó al Distrito a ser, ya en 1867, el principal productor mundial de plomo.
Posibles rutas por cuenca minera de Linares:
Sendero Fundición la Tortilla
Pasear por este sendero es trasladarse en el recuerdo a un período de la historia de Linares: su industria minera que, durante los siglos XIX y mitad del XX, significó la forma de vida para muchos linarenses y cuyo patrimonio se encuentra disperso por todo su término. Minas, pozos y fundiciones, hoy abandonadas, donde aún se pueden ver las derruidas construcciones graníticas, las altas chimeneas de las fundiciones y las viejas “Cabrias” para la extracción del material. Sendero que discurre por el camino de la Tortilla, muy transitado por los linarenses y que no presenta pérdida. A 2 Km se encuentra la Fundición de la Tortilla, una encrucijada de caminos y numerosas construcciones en ruinas denotan su importancia en el pasado minero de Linares. Después de pasar por delante de una alpechinera y bajo un antiguo puente del ferrocarril minero el sendero asciende por la pedregosa cuesta de San Pedro hasta la Cañada de Incosa; a partir de la cual proseguimos, a la derecha, por un tramo que presenta, hacia el oeste, magníficas vistas de la población de Baños de la Encina.
Después de 1,4 Km conectamos con la carretera y por una escalinata de madera tomamos la Vía Verde hasta llegar a un cruce (conexión con el sendero de la Mina de la Gitana PR-A 264), pasamos después por la planta de tratamiento de residuos sólidos y continuamos por el antiguo camino empedrado de Siles que nos conducirá de vuelta a Linares.
Sendero del Cerro de las Mancebas
El sendero comienza en La Fundición La Cruz, coincidiendo con el sendero de Paño Pico, PR-A 260. Nos dirigimos hacia el Pozo Cadenas, que se alcanza después de pasar junto a un antiguo Cuartel de la Guardia Civil y por el Lavadero de mineral Vimora. Después de la chimenea de La Cruz, que llegó a tener 100 metros de altura (hoy tiene 57 m), los senderos se separan.
El itinerario gira a la izquierda y desciende suavemente entre chaparros, junto a unas antenas de navegación aérea, disfrutando de unas bonitas panorámicas. Concluye la bajada en una encrucijada de caminos entre el Cerro de las Mancebas y Paño Pico, cerca del Pozo El Porvenir Oscuro. Continuamos por la derecha para alcanzar el collado, conectando con el sendero de la Garza, PR-A 262. ascendemos por un camino que nos embriagará por su belleza y por la historia de sus restos mineros: el Pozo Zulueta, El Pozo de San Ignacio y el Lavadero de Mineral de Arrayanes, así como vistas del valle de las lagunas. En el Lavadero de Arrayanes (construcción en ladera para aprovechar un circuito de gravedad que separaba el mineral, a través de varias fases) nos apartamos del sendero de La Garza para continuar por una rampa hasta alcanzar el Pozo de San José y la Central Eléctrica, donde el trazado coincide de nuevo con el sendero de Paño Pico hasta el Pozo Restauración, en el que se separan siguiendo por la Vía Verde. A unos 100 metros de este punto la Vía Verde se bifurca (1); por la izquierda se llega a la carretera de la Fundición La Cruz, la cual seguimos 20 metros para tomar un carril a la izquierda, junto a unas ruinas, que lleva a un aeródromo. Hallamos dos ramales fuera del sendero, ambos a la izquierda, interesantes si se dispone de tiempo, el primero conduce al Pozo Chaves y el segundo a la Mina de los Alamillos Altos con la posibilidad de disfrutar de unas vistas inmejorables. Más adelante se encuentra la urbanización de La Cruz, donde llegaremos al inicio de esta ruta minera.
(1) Esta bifurcación en la Vía Verde que parte a la derecha supone un atajo hacia la Fundición La Cruz cuando se dispone de poco tiempo para hacer el recorrido marcado.
Sendero de la Garza
Partiendo del Complejo deportivo “La Garza”, nos vamos adentrando en el fértil valle de las Lagunas, donde cada día que pasa van apareciendo más invernaderos. Antes de las primeras casas tendremos la opción de tomar una derivación para visitar la Mina de San Andrés (3,2 Km ida y vuelta) en dirección al Embalse La Fernandina, una zona con abundante vegetación.
De vuelta al sendero principal nos dirigimos hacia el collado que forman El Cerro de las Mancebas y el Cerro Paño Pico por un recorrido transversal que ofrece una magnífica panorámica de este lugar rodeado de restos mineros donde destacan sus esbeltas chimeneas. En el cruce del collado conectamos con el sendero Cerro de las Mancebas, PR-A 261, que ascienden a la izquierda conjuntamente, para que podamos disfrutar de las vistas y del aroma del valle y respirar la historia al pasar junto al Pozo Zulueta, Pozo san Ignacio y el Lavadero de Mineral de Arrayanes, fin del tramo común. Al Lavadero se llega descendiendo a la izquierda, en un cruce, por un camino erosionado, desde donde una antigua línea desmantelada del ferrocarril minero lo conecta con la Cuesta del Mimbre, convertida en una amplia pista muy transitada por los camiones de la cantera. Este lugar a su vez confluye en un corto tramo común con el PR-A 263 que enlaza Linares, desde la Ermita de Linarejos, con la Mina del Mimbre. Descendiendo por la pista hasta el mismo valle el sendero retorna sin dificultad al Complejo deportivo “La Garza”.
Sendero de la Gitana
Este Sendero, en su trayecto, no sólo recupera la vía pecuaria del Camino de Masegosas a su inicio, sino que también lo hace al retornar a Linares por el antiguo camino de Siles, también llamado Camino de las Piedras. Este camino no presenta pérdida alguna y se encuentra marcado por algún que otro muro de piedra. Dejamos la vía pecuaria girando a la izquierda al llegar al primer cruce, a pocos metros de otro cruce con el camino del Pozo de San Adriano que podremos visitar si nos salimos de la ruta. Nuestro recorrido continúa para cruzar la Vía Verde y llegar a un cruce donde giramos a la derecha por un camino junto a una torre eléctrica que prosigue entre olivos.
Un carril conecta por la derecha con el sendero. Seguimos por la derecha y a unos 100 metros se encuentran unas ruinas, conduciendo más tarde un corto y ligero descenso a la urbanización de San Roque frente a una esbelta chimenea en la Carretera de Guarromán. Por la carretera y a la izquierda hay que caminar unos 250 metros hasta una pista entre chalets que tomamos desviándonos de nuevo a la izquierda. El sendero desciende suavemente por una zona de dehesa para llegar al Pozo de la Gitana, no sin antes abrir y cerrar una alambrada que a modo de puerta impide el libre paso.
El Pozo de la Gitana, idóneo lugar de descanso donde nos puede sorprender un efecto de arco iris espectacular producido en la boca del pozo. Llegamos al Pozo de Las Ánimas, allí en una mesa de interpretación se reconocen los lugares más interesantes de la zona. Se encuentra el cruce con las minas de Adaro. Sin desviarnos, durante el descenso a la izquierda se encuentra el Pozo de San Isidro, más abajo tras una vaguada el camino asciende dejando a su paso y a la derecha el Pozo San Francisco 2º, y culmina en la Planta de Residuos Sólidos, donde se continúa por la carretera, que sólo hay que dejar después de pasar el cruce con la Mina de Los Quinientos y tomar un camino que parte a la izquierda atravesando la Vía Verde junto a una caseta en ruinas enlazando con el sendero Fundición de la Tortilla, PR-A 265, que conjuntamente utilizan el Camino de Siles para llegar a Linares.
Sendero de la Mina del Mimbre
Sendero circular que se inicia en la Ermita de Linarejos y continúa por la vía del antiguo ferrocarril Linares-Los Salidos que, entre olivos, conduce a la Fundición San Luis. Después de rebasar la Fundición se abandona la vía y a la derecha hay que tomar un carril maltrecho que tiene como referencia, a 50m., una casa en ruinas con tres eucaliptos. Tras una curva a la izquierda el carril está ocupado por un olivar, pero que no impide el paso; luego hay que seguir a la derecha hasta alcanzar la vía verde que une la Fundición La Cruz con el Pozo 4 y Linares. Este lugar es conocido como Cristo del Valle. A 20 metros a la izquierda, al otro lado de la vía se encuentra una vieja caseta en ruinas con rocas amontonadas a su lado taponando y ocultando un viejo camino que desciende hasta el Pozo El Calvario, rodeado de vegetación y donde impresiona su soporte de cabria y chimenea. Debemos continuar por un estrecho camino que lleva hasta la Mina del Mimbre, donde tendremos especial cuidado de no salirnos del camino por los diversos hundimientos del terreno que se pueden apreciar. Esta mina es una de las más antiguas del distrito y tenía una producción importante ya en el siglo XVII. Más adelante, se conecta con la Cuesta del Mimbre y el sendero de La Garza, PR-A 262. tendremos que superar este tramo común hasta una curva cerrada antes de culminar la cuesta, donde el PR-A 262 se separa a la derecha dirigiéndose al Lavadero de Mineral Arrayanes. Seguimos la ruta sin abandonar la pista principal, con dirección sur, hasta llegar a un cruce cerca de dos casas grandes en ruinas, donde abandonamos la pista para seguir al frente por el camino que conduce al Pozo San Vicente, el más profundo del distrito, donde sobresale la cabria de mampostería doble. Más tarde se atraviesa la Vía Verde, punto muy cercano a la Fundición San Luis. Sin cambiar de rumbo continuamos por una pista ancha al otro lado de la vía, la cual no abandonaremos en ningún momento hasta regresar a la Ermita de Linarejos.
Sendero de Paño Pico
Este Sendero de perfil prácticamente llano, nace en el barrio de Arrayanes y sigue uno de los caminos más importantes que comunicaban las Minas de Arrayanes con Linares. El itinerario tras pasar el Pozo Acosta, donde aún se conservan la casa de máquinas de extracción, chimenea y edificios auxiliares, cruza en dos ocasiones las vías del antiguo tranvía minero, hoy desmantelado: una, a su paso por el Pozo Restauración, y otra, antes de alcanzar el Pozo San José y la Central Eléctrica. El tramo entre ambos pozos es coincidente con el sendero PR-A 261 “Cerro de las Mancebas” lo que nos permite a nuestro criterio combinar el recorrido. En el Pozo Restauración, abierto entre 1844 y 1850, destaca el edificio que albergaba las cocheras y taller de locomotoras del ferrocarril minero. En el Pozo de San José, junto al camino, aún puede observarse el lugar llamado “Bajada de la Reina”, realizado para una visita de Isabel II a la primera galería.
El sendero prosigue hasta Paño Pico (vértice geodésico) y la Mina de La Mejicana, don enclaves desde donde es posible disfrutar de unas inmejorables panorámicas de la zona: a lo lejos La Carolina y Baños de la Encina, más cerca el Hoyo de San Bartolomé, Cerro de las Mancebas, etc. Desde la Mejicana un antiguo camino entre encinas, interrumpido por un olivar, conduce a la Chimenea de la Cruz, una de las más elevadas de la zona que llegó a tener una altura de 100 m (hoy tiene 57 m), y en donde el sendero vuelve a compartir trazado con el PR-A 261. Pasamos junto al Pozo Cadenas y más adelante por el Lavadero Vimora, ejemplo de regeneración natural de la vegetación de la zona, para ir circundando la urbanización hasta finalizar en la Fundición La Cruz, donde antaño se fabricaba todo tipo de productos de plomo, y que será sede del futuro Centro de Interpretación.
Creo que nuestra compañera Lydia ha hecho un gran trabajo de documentación para esta visita. Me pareció impresionante la cantidad de estructuras conservadas de la explotación minera y también creo que debe ser puesto en valor cuanto antes, ya que es de gran interés y valor patrimonial, tanto cultural como natural. Un precioso paseo por el campo, muy ilustrativo y agradable pese al calor que hacía.
ResponderEliminarHola
ResponderEliminarCualquier persona que esté interesada en recorrer el Paisaje Minero de Linares, se puede poner en contacto con CULMINA.Servicios Turísticos y Culturales,cultminas@yahoo.es.
Un saludo
si en vez de tanta descripción se hubiesen tomado la molestia de ilustrarlo en un mapa, 1000 veces mejor y más útil.
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